Entre los puntos salientes tratados el sábado figuró el Capítulo Ambiente, que fue aprobado por unanimidad con algunos cambios menores, de acuerdo al dictamen otorgado por la comisión temática de origen.
Esta aprobación contó con el cerrado aplauso de los militantes de la Asociación ambientalista Piuké, que junto a otros vecinos hizo numerosos aportes a la cuestión.
Este capítulo es extenso y tiene numerosos artículos de protección del ambiente y su uso sustentable, entre los que se destacan por su novedad:
El primero, sobre el patrimonio ambiental de la sociedad, que insta a cesar "toda actividad que suponga un daño temido, actual o inminente al ambiente" y "conlleva la obligación de recomponer e indemnizar".
El segundo, que da a la Municipalidad el poder de policía en materia ambiental dentro del ejido municipal y en las jurisdicciones que puedan ejercer influencia sobre el mismo.
El séptimo, sobre políticas generales de ambiente, en sus incisos referidos a la obligatoriedad de los estudios de impacto ambiental de emprendimientos públicos o privados; al ejercicio del poder de policía sobre el transporte, manipulación y almacenamiento de sustancias y residuos peligrosos; el control del tránsito y transporte de materiales radiactivos; y las normas para las actividades mineras, prohibiendo aquellas que impliquen riesgo ambiental o inseguridad para las personas.
También es especial el artículo referido a la protección del agua, y otro a las costas libres, estableciendo la garantía de acceso y uso a todas las personas. Finalmente también es destacable la protección consignada en la Carta Orgánica de los humedales (mallines) dentro del ejido.
Convención Municipal Constituyente Actualizadora
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